La tiroides es una glándula endocrina en forma de mariposa que se encuentra en la parte frontal del cuello, justo debajo de la nuez de Adán. Su función principal es producir hormonas tiroideas, especialmente la triyodotironina (T3) y la tiroxina (T4), responsables de regular el metabolismo, la temperatura corporal, el desarrollo y crecimiento, así como el control del ritmo cardíaco y la presión arterial, entre otras funciones metabólicas y fisiológicas del cuerpo.
Listado de contenido:
- Introduccion.
- 1 .Funcionamiento de la glándula tiroides.
- 2 . Enfermedades relacionadas con la glándula tiroides.
- 3 . ¿Qué tipos de alimentos no son recomendados para personas que sufren de la tiroides?
- 4 . ¿Qué tipo de alimentación se recomienda según el trastorno tiroideo?
- 5. ¿Cuál es el uso del Bromato de Potasio en la industria alimenticia?
Introduccion.
La tiroides es una glándula endocrina en forma de mariposa que se encuentra en la parte frontal del cuello, justo debajo de la nuez de Adán. Su función principal es producir hormonas tiroideas, especialmente la triyodotironina (T3) y la tiroxina (T4), responsables de regular el metabolismo, la temperatura corporal, el desarrollo y crecimiento, así como el control del ritmo cardíaco y la presión arterial, entre otras funciones metabólicas y fisiológicas del cuerpo. El mal funcionamiento de la glándula tiroides puede llevar a varias enfermedades y trastornos, cada uno con sus propios síntomas, causas y tratamientos específicos, por lo que es importante buscar atención médica si se sospecha algún problema relacionado con la tiroides.
Los tratamientos para los trastornos de la tiroides varían según la condición específica de la paciente y pueden incluir medicamentos de reemplazo hormonal, medicamentos para regular la función tiroidea, cirugía para extirpar la glándula tiroides o tratamientos con yodo radioactivo. Sin embargo, es importante y necesario para este tipo de pacientes adoptar una dieta específica cuya función sea proporcionar un enfoque nutricional que pueda ayudar a optimizar la función de la glándula tiroides y gestionar los síntomas asociados con los trastornos tiroideos. En este sentido, y como una orientación complementaria para el manejo de esta enfermedad, explicaremos de la manera más sencilla posible el funcionamiento de la glándula tiroides, las enfermedades asociadas, así como las recomendaciones dietéticas generales para personas con trastornos de la tiroides, incluyendo qué tipo de harina de trigo es preferible evitar y por qué. Es importante destacar que las recomendaciones dietéticas pueden variar según la condición específica de la tiroides de cada persona, por lo que es fundamental consultar con un profesional de la salud, como un endocrinólogo o un nutricionista, para obtener orientación individualizada y precisa sobre la dieta más adecuada.
1. Funcionamiento de la Glándula Tiroides.
La glándula tiroides juega un papel fundamental en el funcionamiento metabólico y fisiológico del cuerpo humano y su función principal es producir hormonas tiroideas, especialmente la triyodotironina (T3) y la tiroxina (T4), que regulan el metabolismo del cuerpo y juegan un papel crucial en varios procesos fisiológico, a continuación se detallan las funciones de la tiroides:
Regulación del metabolismo: Las hormonas tiroideas influyen en la velocidad a la que el cuerpo quema calorías y produce energía a partir de los alimentos.
Desarrollo y crecimiento: Las hormonas tiroideas son esenciales para el desarrollo normal del cerebro y el sistema nervioso en los bebés y niños.
Regulación de la temperatura corporal: Ayudan a mantener la temperatura corporal dentro de un rango normal.
Control del ritmo cardíaco y la presión arterial: Las hormonas tiroideas afectan la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
Metabolismo de grasas, proteínas y carbohidratos: Ayudan en la síntesis y descomposición de estos nutrientes.
2. Enfermedades relacionadas con la glándula tiroides.
El mal funcionamiento de la glándula tiroides puede ocasionar diversas enfermedades y trastornos. A continuación se enumeran algunas de las más comunes:
Hipotiroidismo: Se produce cuando la glándula tiroides no produce suficientes hormonas tiroideas. Esto puede provocar síntomas como fatiga, aumento de peso, piel seca, estreñimiento, sensación de frío y depresión, entre otros.
Hipertiroidismo: En este caso, la glándula tiroides produce un exceso de hormonas tiroideas. Los síntomas típicos incluyen pérdida de peso, nerviosismo, aumento del ritmo cardíaco, temblores, sudoración excesiva, debilidad muscular y dificultad para dormir.
Bocio: Es un agrandamiento anormal de la glándula tiroides, causado por hipotiroidismo, hipertiroidismo o por otras condiciones como la deficiencia de yodo. Dependiendo de su tamaño y causa, puede causar dificultad para respirar o tragar.
Nódulos tiroideos: Son crecimientos anormales en la glándula tiroides. A menudo son benignos, pero en algunos casos pueden ser cancerosos.
Tiroiditis: Se refiere a la inflamación de la glándula tiroides, causada por infecciones virales, autoinmunes u otros factores. Los síntomas pueden variar desde dolor en la glándula hasta hipotiroidismo temporal seguido de hipertiroidismo, dependiendo del tipo de tiroiditis.
Enfermedad de Hashimoto: Es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico ataca la glándula tiroides, provocando hipotiroidismo.
Enfermedad de Graves: Otra enfermedad autoinmune, en este caso, el sistema inmunológico estimula en exceso la glándula tiroides, lo que lleva al hipertiroidismo.
Cáncer de tiroides: Aunque no es tan común como otros trastornos, la glándula tiroides puede desarrollar células cancerosas, lo que lleva al cáncer de tiroides.
Estas son algunas de las principales enfermedades relacionadas con el mal funcionamiento de la glándula tiroides. Cada una tiene sus propios síntomas, causas y tratamientos específicos, por lo que es importante buscar atención médica si se sospecha algún problema relacionado con la tiroides.
3. ¿Qué tipos de alimentos no son recomendados para personas que sufren de la tiroides?
Para las personas con trastornos tiroideos, especialmente hipotiroidismo o hipertiroidismo, es recomendable limitar o evitar ciertos tipos de alimentos. Estos alimentos pueden interferir con la función de la glándula tiroides, afectar la absorción de medicamentos relacionados o desencadenar síntomas como inflamación. A continuación, enumeramos algunos grupos de alimentos que deben considerarse con precaución:
Alimentos ricos en yodo: El yodo es esencial para la producción de hormonas tiroideas, pero un exceso puede ser perjudicial, especialmente para personas con hipertiroidismo. Se deben moderar alimentos como mariscos, algas marinas (kombu, wakame, nori), sal yodada, lácteos y suplementos de yodo.
Alimentos crucíferos: Incluyen vegetales como repollo, brócoli, coliflor, coles de Bruselas y rúcula. Contienen glucosinolatos que pueden interferir con la absorción de yodo y la función tiroidea. Sin embargo, la mayoría de las personas pueden consumirlos con moderación sin problemas.
Productos de soja: La soja contiene fitoestrógenos que pueden afectar la función tiroidea, especialmente en personas con hipotiroidismo o que toman medicamentos. Se recomienda limitar productos como leche de soja, tofu, tempeh y edamame.
Alcohol y cafeína: El exceso de alcohol y cafeína puede interferir con la función tiroidea y la absorción de medicamentos relacionados.
Alimentos procesados y ricos en azúcares: Bajos en nutrientes, pueden contribuir al aumento de peso, lo cual es problemático para personas con hipotiroidismo y metabolismo más lento.
Alimentos ricos en gluten: Algunas personas con enfermedades autoinmunes de la tiroides pueden beneficiarse de reducir la ingesta de gluten, sugiriendo una posible relación con la inflamación. Sin embargo, esto varía y no todos necesitan evitar el gluten.
Harinas de trigo con Bromato de Potasio: Este compuesto puede interferir con la función tiroidea al afectar la absorción de yodo, crucial para la producción de hormonas tiroideas.
Es fundamental destacar que las recomendaciones dietéticas pueden variar según la condición específica de la tiroides, por lo que es necesario consultar con un profesional de la salud para obtener orientación individualizada y precisa sobre la dieta adecuada.
4. ¿Qué tipo de alimentación se recomienda según el trastorno tiroideo?
Las dietas para personas con trastornos tiroideos varían según el tipo específico de enfermedad asociada. Según las últimas investigaciones, se recomienda evitar en la dieta cualquier producto elaborado con harina de trigo comercial que contenga bromato de potasio. A continuación, enumeramos una descripción general de los tipos de dieta según el trastorno tiroideo.
Hipotiroidismo:
Dieta equilibrada y variada: Se recomienda una alimentación que incluya frutas, verduras, proteínas magras, granos enteros y grasas saludables.
Suplementos de yodo: En algunos casos de hipotiroidismo por deficiencia de yodo, se pueden recomendar suplementos bajo supervisión médica.
Control de la ingesta de crucíferos: Debido a que algunos vegetales pueden interferir con la absorción de yodo, se recomienda consumirlos con moderación y cocinarlos.
Evitar excesos de soja: El consumo excesivo de soja puede interferir con la absorción de hormonas tiroideas, por lo que se recomienda moderar.
Hipertiroidismo:
Dieta baja en yodo: En casos de hipertiroidismo, se puede recomendar una dieta baja en yodo para reducir la producción de hormonas tiroideas.
Limitar estimulantes: Se aconseja evitar o limitar el consumo de cafeína, alcohol y alimentos estimulantes.
Alimentos calmantes: Se recomienda consumir alimentos que ayuden a calmar el sistema nervioso, como infusiones de hierbas relajantes.
Control de la ingesta de yodo: Es importante controlar la ingesta de yodo para evitar estimular aún más la producción de hormonas tiroideas.
Enfermedad de Hashimoto:
Dieta antiinflamatoria: Se recomienda una dieta rica en alimentos antiinflamatorios, como pescado graso, frutas y verduras coloridas, nueces y semillas.
Evitar gluten: Algunas personas pueden beneficiarse de una dieta libre de gluten, ya que se ha asociado con la mejora de los síntomas autoinmunes.
Suplementos de selenio: El selenio puede reducir la inflamación y apoyar la función tiroidea, bajo supervisión médica.
Control de azúcares y carbohidratos refinados: Se recomienda moderar el consumo para mantener niveles estables de glucosa en sangre.
Es importante tener en cuenta que estas recomendaciones dietéticas son generales y pueden variar según las necesidades individuales de cada persona. Siempre se recomienda consultar con un profesional de la salud, como un endocrinólogo o un nutricionista, para obtener orientación personalizada y precisa sobre la dieta más adecuada para cada tipo de trastorno tiroideo.
5. ¿Cuál es el uso del Bromato de Potasio en la industria alimenticia?
El compuesto químico asociado con los trastornos tiroideos y a veces utilizado en la preservación de la harina de trigo es el bromato de potasio (KBrO3). Este compuesto ha sido históricamente utilizado como mejorador del pan y agente blanqueador en la industria alimentaria, especialmente en la elaboración de panes y productos de harina.
Sin embargo, el bromato de potasio ha generado preocupación debido a su potencial toxicidad y su relación con los trastornos de la tiroides. Este químico puede interferir con la función tiroidea al afectar la absorción de yodo, un elemento esencial para la producción de hormonas tiroideas. Debido a estos riesgos para la salud, varios países han prohibido o restringido su uso en alimentos. En su lugar, se recurre a alternativas más seguras para mejorar la calidad de la harina y el pan sin poner en peligro la salud de las personas.
No todas las harinas de trigo contienen bromato de potasio. De hecho, en muchos países su uso en alimentos ha sido prohibido o restringido debido a sus posibles efectos nocivos. Las personas con trastornos de tiroides pueden disfrutar de productos elaborados con masa madre de harina de trigo orgánico, siempre y cuando no sean sensibles al gluten ni a otras alergias o sensibilidades alimentarias. Es crucial optar por productos de alta calidad y certificados como orgánicos para garantizar la seguridad y los beneficios para la salud.
En el caso de personas con enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten no celíaca, deben evitar los productos que contengan gluten, incluso aquellos elaborados con masa madre de harina de trigo orgánico. En estas situaciones, es recomendable elegir alternativas libres de gluten, como productos elaborados con harinas sin gluten, como la harina de arroz, harina de maíz, harina de almendras, entre otras.
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